La mujer,
el amor y sus luchas
Dr.
Italo Antinori B.
No creo ni apoyo a las feministas radicales por
la forma en que han desnaturalizado y tergiversado las luchas por el
reconocimiento de los derechos de la mujer.
Tengo muchas razones para disentir, puesto que, durante años, hemos
estudiado el comportamiento social del feminismo internacional. Lamentablemente, han distorsionado y
desfigurado el sentido de la conmemoración del día internacional de la mujer
que se celebra cada 8 de marzo por decisión de la Organización de Naciones
Unidas (ONU) que lo estableció a nivel
mundial desde 1975. Dentro de las
actividades desarrolladas el 8 de marzo de 2019 en Valladolid, España, algunos grupos
de mujeres activistas de la izquierdista Confederación Nacional del Trabajo
(CNT), irrumpieron agresivamente en el Arzobispado Católico de Valladolid,
gritando proclamas a favor del aborto y en contra de la enseñanza de la
religión en la educación. El acto me conmovió y me sumió en grandes y profundas
meditaciones… Paradójicamente, resulta un contrasentido que la mujer, a quien
Dios creó para dar la vida (en sus entrañas nace la vida), promueva, exija y
proclame la muerte de la vida, al pedir la aplicación absoluta del aborto que
es contrario a la vida. No podemos
olvidar que todos los seres humanos, no importa si somos gordos o flacos, ricos
o pobres, blancos, chinos o negros, poseemos algo en común que nos une de forma
maravillosa y es que todos somos hijos de una mujer y durante nueve meses permanecimos
nadando plácidamente en el vientre cálido y acuoso de una mujer que nos legó el
don más importante que es la vida. La ONU que creó y patrocina el 8 de marzo
como el día internacional de la mujer, debería promover el día del amor y
respeto por las mujeres que hacen florecer la vida y que en sus actividades
profesionales y en su diario vivir como eje de la familia, nos inunda de dulzura
y nos enseña a soportar con coraje las vicisitudes de la vida y nos demuestra con hechos que la inteligencia no es patrimonio de sexos sino del ser humano. Tal hecho lo constatamos ampliamente cuando ejercimos el cargo de Primer Defensor del Pueblo de la República de Panamá (1997-2001), puesto que el 70% del personal de la institución que nombramos, en consideración a la capacidad, preparación, mística de trabajo y eficiencia en sus funciones, eran mujeres. Resulta que las mujeres lograban mejores puntos que los hombres en las pruebas de aptitudes y en las entrevistas de trabajo. Por ello, en el desempeño de nuestras funciones tuvimos eficaces colaboradoras con alto grado de profesionalismo. Infortunadamente, la ONU ha permitido que el día internacional de la mujer se convierta
en un día de culto a la muerte, de protestas, reproches, huelgas y reclamos, de
odio irascible e incomprensible, promovido por algunos grupos de mujeres que
han aprovechado la conmemoración para distorsionar el sentido y la esencia del
valor intrínseco de la mujer en el desarrollo de la humanidad. No podemos soslayar que la historia nos enseña
la sublime abnegación de la mujer… Fue una mujer la que recogió a un niño de
las aguas del Río Nilo para protegerlo de la persecución y de la furia de su
propio padre, el Faraón. Fue gracias a
esa acción maravillosa de amor y desprendimiento que ese niño – a quien llamaron
Moisés – pudo vivir y crecer hasta convertirse
en el profeta y líder espiritual del mundo judío/cristiano. Tres fueron las piadosas mujeres que lloraron,
consolaron y pedían clemencia para el Redentor del Mundo bajo la cruz, cuando
los hombres decidieron crucificarlo. Fue
una mujer la que, con virtuosa compasión,
secó el rostro de Jesús cuando cargaba la pesada cruz, hacia el Monte del
Calvario, donde fue crucificado. La
historia está llena de extraordinarios y fantásticos ejemplos de ternura,
piedad, conmiseración, misericordia y devoción de muchas mujeres. Confieso que
no concebiría el mundo sin el lirio sublime que representa el amor de nuestras
mujeres que han sido y serán el néctar mágico que enternece, da sentido y razón
a nuestras vidas… Es que la mujer es fruto y génesis de amor sobre la tierra y
por eso fue hecha para dar la vida, jamás para quitarla…. Y aun aquellas mujeres que no han dado la
vida, llevan en su alma, el alma gloriosa de la maternidad y en su diario vivir
irradian e inyectan la simiente de la vida, del amor, de la entrega y de la inmensa
e infinita ternura comprensiva…
Nuestra abuela paterna Cristobalina Murgas Rosas de Antinori – olvidada e ignorada por los
“estudiosos” “eruditos” y “doctos” “historiadores” panameños, y cuyo Centro de
Salud de Tolé honra su nombre, fue una de las primeras mujeres en luchar en la
República de Panamá, por la igualdad de las mujeres. Batalló enormemente para que en Panamá se
estableciera el voto de la mujer. Así lo hizo desde principios del siglo pasado
y específicamente en 1931, antes que el Presidente
Arnulfo Arias – de esto no hay duda
constitucional – estableciera dicho
derecho en la Constitución de 1941. En
1931 nuestra abuela luchó denodadamente por lograr que la Asamblea Nacional de
Panamá, aprobara una ley que concediera tan importante derecho a las mujeres
panameñas. La lucha de nuestra abuela ha
sido reconocida por historiadores de la República de Costa Rica en un libro
publicado por la Universidad de Costa Rica denominado “Un
siglo de luchas femeninas en América Latina” donde reconoce su
excepcional aporte en Panamá, hecho que irónicamente no le han reconocido en
Panama. (Ver RODRÍGUEZ SÁENZ,
Eugenia “Un siglo de luchas femeninas
en América Latina”, Editorial de la Universidad de Costa Rica, San
José, Costa Rica, 1999, página 82). Nuestra
abuela fue la primera enfermera que tuvo Tolé, investigadora acuciosa quien
descubrió valiosos remedios y medicamentos. Ante enormes urgencias, porque
entonces no había vías de comunicación hacia Tolé, tuvo que ejercer la medicina
de facto en el área, por lo que llegó a hacer cirugías mayores con singular
éxito y acierto en todos los casos, para sorpresa de eminentes médicos
cirujanos. Fue una mujer no solo genial
sino una extraordinaria filántropo y humanista que antes que el Estado se
hiciera cargo del Centro de Salud del Distrito de Tolé, durante más de cincuenta
años lo mantuvo con recursos financieros propios para ayudar a una población
marginada de más de veinte mil personas, sin cobrar jamás un centavo. Narciso Garay padre, en el histórico y
afamado libro de 1930, “Tradiciones y
Cantares de Panamá”, reconoce su labor, su calidad humana y por qué no
decirlo, su excepcional inteligencia (Ver GARAY
Narciso, “Tradiciones
y Cantares de Panamá”, Primera Edición, Panamá, 1930, página 121, libro de nuestra biblioteca
personal. Debemos advertir que en la Biblioteca Nacional de Panamá “Ernesto
Castillero Reyes” tienen digitalizada la segunda edición de dicha obra, por
lo que la referencia respectiva a Doña
Cristobalina, Murgas, se encuentra en la página 192 de la segunda edición
que es la que tiene la Biblioteca Nacional). Doña
Cristobalina fue una lideresa de la región del oriente chiricano con
proyección nacional (conservo cartas de varios Presidentes de Panamá pidiéndole
incluso consejos) una mujer excepcional, extraordinaria y visionaria. Algunos
la consideraron una mujer “avanzada” para la época y el tiempo en que vivió
(nació el 25 de julio de 1882 y murió el
14 de marzo de 1977), pues se casó tres veces y los tres esposos la amaron intensamente
y ella los amó. Tuvo hijos en los tres matrimonios y en el tercer matrimonio –
el más largo de todos – fue cuando se casó con mi abuelo, a quien le llevaba más de diez años y más amor entre
ambos no pudo haber. Fue una mujer que
luchó por los derechos igualitarios de las mujeres en todo el país, pero que
jamás dejó de sembrar amor, comprensión, ternura, honestidad y rectitud, en los
actos de su vida y esa fue la enseñanza que nos dejó a sus descendientes. Su vida es la mejor prueba de que sí es
posible luchar por los derechos de las mujeres y ser una líder en este campo, y
no actuar con odios, sin ideas extravagantes ni acciones rabaneras y
chocarreras – que hacen daño al corazón y corroen el alma – y que deforman y afean el concepto del sentido del
día internacional de la mujer.
Creemos sinceramente – y nos duele reconocerlo
– que si queremos salvar a la humanidad y atajar el curso hacia el precipicio
hacia donde caminamos, hay que empezar a
plantearse la necesidad de que la ONU, así como
otros organismos internacionales – tal como están concebidos y capturados
por elementos liberales, libertinos y desenfrenados que se refugian en estas
organizaciones, deberían cambiar
drásticamente, desaparecer, o ser reemplazados porque además de inútiles e
ineficaces, están socavando con sus
acciones e ideas las cimientes morales de la humanidad, con lo cual terminarán
destruyéndola. Honramos a las mujeres
que están a nuestro alrededor y saludamos con beneplácito a las mujeres buenas
del mundo, todos los días, porque en
verdad cada día de nuestras vidas debemos celebrar el día de la mujer, del
hombre, del ser humano y de la vida. Pero me niego a hacerle el coro, como ridículo
papagayo o aturdida cacatúa, a la gente de la ONU, a los que proclaman la muerte defendiendo el aborto, a los que
deforman y retuercen la sociedad implantando la ideología de género, a los que celebran
el día 8 de marzo como el día de la mujer, pero cimentado sobre el odio y la
discriminación contra el hombre, solo por haber nacido hombre. Creemos en la necesidad de contar con leyes
contra la violencia intrafamiliar en general, pero no en leyes de “feminicidio”
solo contra los hombres. ¿O es que las
mujeres no matan también o no castran penes como lo hizo Lorena Bobbit en 1993? Desgraciadamente, asesina el ser humano
desprovisto de catadura moral, sin distingo de sexos, porque así como hay
hombres criminales, también hay mujeres que lo son…. Cada día que pasa, sentimos que satanás se
está apoderando de la humanidad y el mundo se está alejando a pasos agigantados
de Jesús y sus enseñanzas, olvidando que
Jesús es el Gran Redentor Del Mundo
Invito a analizar y a meditar sobre la
irreverente acción que hicieron las feministas en Valladolid, España el 8 de
marzo de 2019, lo cual nos da una radiografía muy clara de lo que esos grupos
han convertido el día internacional de la mujer:
8 de marzo de 2019
Doctor en Derecho (Especializado en Derecho Constitucional)
Universidad Complutense de Madrid, Reino de España
Primer Defensor del Pueblo de la República de Panamá (1997-2001)
Correo Electrónico: iantinorib@cwpanama.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario