LA VERDAD SOBRE PAMAGO
El viernes 26
de febrero de 2016, mataron de 6 disparos a HÉCTOR ALFONSO ROJAS
RODRÍGUEZ, conocido en el mundo delictivo como alias “trueno blanco” o
“el enano”. Tengo una vivencia
personal que deseo compartir en estas circunstancias.
Entre marzo y
abril de 2011, fui injustamente acusado en algunos medios como parte de la
trama conocida como PAMAGO (siglas que surge de “Perseguidos por Ana
Matilde Gómez”) en donde se aseguró que el suscrito era la “mente”,
el “cerebro y “guía intelectual”, que ideó y diseñó un supuesto
plan político para destituir a la entonces Procuradora General de la Nación, Lcda.
ANA MATILDE GÓMEZ. Quisieron involucrarme en la falsa trama para sacarme a
los diez días de haber sido designado coordinador “ad honorem” de las reformas
constitucionales, pues se percataron que no era “manejable” y también porque
después de designarme, descubrieron que no estaba de acuerdo con la reelección
presidencial y que, desde mi cargo “ad honorem” terminaría dando las pautas
para convocar a una Constituyente originaria, como en efecto era nuestra
intención. Para que no quedaran dudas de nuestra posición respecto de la reelección
presidencial, con honestidad,
valentía e independencia, me pronuncié en contra de la reelección presidencial
(una de las causas por las que inventaron en mi contra lo de PAMAGO). Así lo reiteré públicamente poco tiempo
después en un análisis publicado en el Diario “La Prensa” de Panamá el 15 de
noviembre de 2012, denominado “La reelección presidencial”, criterio que,
evidentemente, no gustaba a los allegados del señor Martinelli, quien en esos
momentos detentaba un poder omnímodo Así puede comprobarse en la
siguiente dirección:
https://impresa.prensa.com/opinion/reeleccion-presidencial-Italo-Antinori-Bolanos_0_3526147459.html
Como quiera que a algunos allegados al poder, tampoco les convenía nuestra idea de convocar a una Constituyente originaria y evitar más parches en la constitución, decidieron inventar una forma de deshacerse del suscrito rápidamente. Para ello, inventaron la historia y usaron como “testigo estrella” a HÉCTOR ALFONSO ROJAS RODRÍGUEZ, ciudadano colombiano/panameño, quien para entonces ya tenía un prontuario delictivo impresionante, entre éstos, el haber estado preso ocho (8) años por narcotráfico e involucrado en otros dudosos temas de orden delictivo. Lamentablemente, se le dio toda la credibilidad en algunos medios de comunicación a una persona de dudosa reputación frente a una persona que había dado su cuota de ejercicio cívico de forma correcta como Primer Defensor del Pueblo de la República de Panamá (1997-2001), actuando con valentía, independencia del poder político y con honestidad comprobada. El señor ROJAS fue el testigo falso que durante tres semanas usó un medio impreso para atacarme infamemente, sin investigar la verdad. Muy pocos medios me dieron la oportunidad de aclarar que todo era falso y explicar quién era HÉCTOR ALFONSO ROJAS RODRÍGUEZ, su nula credibilidad como testigo y balancear el cruel “linchamiento mediático” al que fui sometido. Se inició una persecución implacable en contra nuestra, en medios televisivos, radiales, impresos y en las redes sociales. Falsas historias de supuestas conspiraciones y corrupción se tejieron; ciertos personajes públicos se prestaron para dar fe pública de supuestos correos electrónicos que no decían lo que falsamente se señaló porque fueron manipulados, precisamente, por el señor HÉCTOR ROJAS RODRÍGUEZ, quien llegó a inventar hasta una dirección de correo electrónica muy parecida a la mía para aducir que eran mis correos y en otros casos, falseó y alteró el contenido de los correos y así los imprimió. Era tanto el afán de fuerzas poderosas, por apartarme del camino que no les importó violar el artículo 29 de la Constitución que garantiza la inviolabilidad de las comunicaciones – así como normas concretas del Código Penal que penalizan estas acciones – con tal de desprestigiarme y lograr echarme a un lado en el tema constitucional. Era evidente que mi presencia como coordinador de las reformas constitucionales era un peligro porque habían descubierto, después de designarme, que nuestro fin era provocar la convocatoria de una Constituyente originaria.
Fueron tan falsas y vilmente programadas y planificadas las declaraciones del delincuente HECTOR ROJAS RODRÍGUEZ, que algunos años después, se conoció una degradante e indecente grabación de una conversación/discusión que supuestamente se produjo entre ZULAY RODRÍGUEZ (primero allegada a HECTOR ROJAS RODRÍGUEZ, posteriormente enemigos) con su esposo ALVARO TESTA, en donde ella no solo le recomienda a su marido que respecto al “enano” HÉCTOR ROJAS hay que matarlo “sin que nadie se dé cuenta” sino que en la grabación, ella le dice que hay que pagarle a HÉCTOR ROJAS por las declaraciones que dio “dándole duro a Antinori”. Ver y comprobar tal hecho, entre el minuto 2:43 y 2:46 de la grabación, en donde puede apreciarse que se pagó por una declaración en contra nuestra, en la siguiente dirección:
https://www.youtube.com/watch?v=_FrOLOK4oFU
¿De cuándo acá se paga por una declaración para afectar y desprestigiar a una persona? Es evidente que se paga para falsear la verdad... Todo estaba tan perversamente montado que no se me dio la oportunidad de aclarar que todo era mentira ni tampoco de escucharme. Con singular cariño y respeto, recuerdo a periodistas como MARIBEL CUERVO DE PAREDES, LUZ MARÍA NOLI, JULIO MILLER y JAMES APARICIO quienes fueron los únicos en esos momentos que tuvieron el coraje de permitirme expresar mi derecho a la rectificación, aclaración y respuesta. Lo que los panameños no sabían es que estaban linchando mediáticamente a una persona (especialista en Derecho Constitucional) que quería abrir el compás para darle al país la mejor constitución de Latinoamérica, nacida desde una Constituyente originaria. Pero, lamentablemente, en esos momentos fui condenado en la opinión pública sin piedad ni razón, usando como testigo falso a una persona de tan baja reputación, pese a que el Ministerio Público a donde me presenté voluntariamente para pedir ser investigado, declaró que no había mérito alguno para iniciar una investigación en mi contra, porque no había tan siquiera indicios de delito. Es que todo fue falso. Ni conspiré ni tuve injerencia en el fallo de lo que decidió y cómo lo decidió, la Corte Suprema de Justicia, respecto a la entonces Procuradora ANA MATILDE GÓMEZ. No tenía ni tengo relación alguna ni poder sobre los Magistrados que así lo decidieron, ni siquiera tenía relación alguna con el Magistrado WILFREDO SÁENZ (ponente del fallo) ni con los demás y debo aclarar que el entonces Magistrado JOSÉ ABEL ALMENGOR, nuestro amigo, se había declarado impedido de conocer el caso. Los conceptos y críticas académicas que emití sobre la interceptación que la entonces Procuradora GÓMEZ había hecho al grabar al ex Fiscal ARQUIMEDES SÁEZ, eran y son académicos y mis criterios jurídicos – como he hecho siempre en mi vida – equivocados o acertados, los expresé públicamente con respeto, en forma puntual y sin creer que tenía la verdad absoluta. Por ello, en el año 1999 siendo Defensor del Pueblo censuré duramente al entonces Procurador JOSÉ ANTONIO SOSSA por haber interceptado indebidamente al abogado Lcdo. SANTANDER TRISTÁN y así consta en una publicación que contiene el Informe Especial sobre la Libertad de Expresión dirigido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (el primero que se hizo en nuestro país sobre libertad de expresión).
https://impresa.prensa.com/opinion/reeleccion-presidencial-Italo-Antinori-Bolanos_0_3526147459.html
Como quiera que a algunos allegados al poder, tampoco les convenía nuestra idea de convocar a una Constituyente originaria y evitar más parches en la constitución, decidieron inventar una forma de deshacerse del suscrito rápidamente. Para ello, inventaron la historia y usaron como “testigo estrella” a HÉCTOR ALFONSO ROJAS RODRÍGUEZ, ciudadano colombiano/panameño, quien para entonces ya tenía un prontuario delictivo impresionante, entre éstos, el haber estado preso ocho (8) años por narcotráfico e involucrado en otros dudosos temas de orden delictivo. Lamentablemente, se le dio toda la credibilidad en algunos medios de comunicación a una persona de dudosa reputación frente a una persona que había dado su cuota de ejercicio cívico de forma correcta como Primer Defensor del Pueblo de la República de Panamá (1997-2001), actuando con valentía, independencia del poder político y con honestidad comprobada. El señor ROJAS fue el testigo falso que durante tres semanas usó un medio impreso para atacarme infamemente, sin investigar la verdad. Muy pocos medios me dieron la oportunidad de aclarar que todo era falso y explicar quién era HÉCTOR ALFONSO ROJAS RODRÍGUEZ, su nula credibilidad como testigo y balancear el cruel “linchamiento mediático” al que fui sometido. Se inició una persecución implacable en contra nuestra, en medios televisivos, radiales, impresos y en las redes sociales. Falsas historias de supuestas conspiraciones y corrupción se tejieron; ciertos personajes públicos se prestaron para dar fe pública de supuestos correos electrónicos que no decían lo que falsamente se señaló porque fueron manipulados, precisamente, por el señor HÉCTOR ROJAS RODRÍGUEZ, quien llegó a inventar hasta una dirección de correo electrónica muy parecida a la mía para aducir que eran mis correos y en otros casos, falseó y alteró el contenido de los correos y así los imprimió. Era tanto el afán de fuerzas poderosas, por apartarme del camino que no les importó violar el artículo 29 de la Constitución que garantiza la inviolabilidad de las comunicaciones – así como normas concretas del Código Penal que penalizan estas acciones – con tal de desprestigiarme y lograr echarme a un lado en el tema constitucional. Era evidente que mi presencia como coordinador de las reformas constitucionales era un peligro porque habían descubierto, después de designarme, que nuestro fin era provocar la convocatoria de una Constituyente originaria.
Fueron tan falsas y vilmente programadas y planificadas las declaraciones del delincuente HECTOR ROJAS RODRÍGUEZ, que algunos años después, se conoció una degradante e indecente grabación de una conversación/discusión que supuestamente se produjo entre ZULAY RODRÍGUEZ (primero allegada a HECTOR ROJAS RODRÍGUEZ, posteriormente enemigos) con su esposo ALVARO TESTA, en donde ella no solo le recomienda a su marido que respecto al “enano” HÉCTOR ROJAS hay que matarlo “sin que nadie se dé cuenta” sino que en la grabación, ella le dice que hay que pagarle a HÉCTOR ROJAS por las declaraciones que dio “dándole duro a Antinori”. Ver y comprobar tal hecho, entre el minuto 2:43 y 2:46 de la grabación, en donde puede apreciarse que se pagó por una declaración en contra nuestra, en la siguiente dirección:
https://www.youtube.com/watch?v=_FrOLOK4oFU
¿De cuándo acá se paga por una declaración para afectar y desprestigiar a una persona? Es evidente que se paga para falsear la verdad... Todo estaba tan perversamente montado que no se me dio la oportunidad de aclarar que todo era mentira ni tampoco de escucharme. Con singular cariño y respeto, recuerdo a periodistas como MARIBEL CUERVO DE PAREDES, LUZ MARÍA NOLI, JULIO MILLER y JAMES APARICIO quienes fueron los únicos en esos momentos que tuvieron el coraje de permitirme expresar mi derecho a la rectificación, aclaración y respuesta. Lo que los panameños no sabían es que estaban linchando mediáticamente a una persona (especialista en Derecho Constitucional) que quería abrir el compás para darle al país la mejor constitución de Latinoamérica, nacida desde una Constituyente originaria. Pero, lamentablemente, en esos momentos fui condenado en la opinión pública sin piedad ni razón, usando como testigo falso a una persona de tan baja reputación, pese a que el Ministerio Público a donde me presenté voluntariamente para pedir ser investigado, declaró que no había mérito alguno para iniciar una investigación en mi contra, porque no había tan siquiera indicios de delito. Es que todo fue falso. Ni conspiré ni tuve injerencia en el fallo de lo que decidió y cómo lo decidió, la Corte Suprema de Justicia, respecto a la entonces Procuradora ANA MATILDE GÓMEZ. No tenía ni tengo relación alguna ni poder sobre los Magistrados que así lo decidieron, ni siquiera tenía relación alguna con el Magistrado WILFREDO SÁENZ (ponente del fallo) ni con los demás y debo aclarar que el entonces Magistrado JOSÉ ABEL ALMENGOR, nuestro amigo, se había declarado impedido de conocer el caso. Los conceptos y críticas académicas que emití sobre la interceptación que la entonces Procuradora GÓMEZ había hecho al grabar al ex Fiscal ARQUIMEDES SÁEZ, eran y son académicos y mis criterios jurídicos – como he hecho siempre en mi vida – equivocados o acertados, los expresé públicamente con respeto, en forma puntual y sin creer que tenía la verdad absoluta. Por ello, en el año 1999 siendo Defensor del Pueblo censuré duramente al entonces Procurador JOSÉ ANTONIO SOSSA por haber interceptado indebidamente al abogado Lcdo. SANTANDER TRISTÁN y así consta en una publicación que contiene el Informe Especial sobre la Libertad de Expresión dirigido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (el primero que se hizo en nuestro país sobre libertad de expresión).
Igual lo hice
y lo expresé sobre el caso en España del ex JUEZ BALTAZAR GARZÓN cuando
ordenó ilegalmente unas interceptaciones ilegales a sujetos investigados, lo
que le costó su posición y su reconocida carrera en la judicatura. Por
ello, consecuente con mis propios criterios y el talante de lo que había
escrito, sostuve en el 2010, que la entonces Procuradora ANA MATILDE GÓMEZ
no estaba facultada para autorizar una interceptación telefónica de ninguna
persona, sin la previa autorización del Órgano Judicial, porque en julio de
2004 se había reformado la Constitución Política (artículo 29) y la Lcda.
GÓMEZ había empezado su gestión en diciembre de 2005, cuando la norma la
obligaba a pedir autorización a la Corte. Ésa fue mi posición académica,
públicamente conocida, semanas antes de que la Corte tomara su decisión. La
expresé en diversos foros nacionales y la expliqué en diversos medios de
comunicación.
Para nuestra
sorpresa, en marzo y abril del 2011, usaron al señor HÉCTOR ROJAS
como el testigo estrella que me involucró en hechos que nunca fueron ciertos y
me colocó en lugares donde nunca había estado. Por ello, lo único que en
ese entonces pude hacer fue presentar en su contra una querella por calumnia e
injuria.
También en
esas mismas fechas usaron un abogado de nombre RAFAEL ARAUZ CANTO, quien
supuestamente dio declaraciones en mi contra en ese mismo medio – La
Estrella de Panamá – en las cuales corroboraba el testimonio del delincuente HECTOR
ROJAS. Contra ARAUZ interpuse una querella penal por calumnia
e injuria y para mi sorpresa, dentro del proceso, el Lcdo RAFAEL ARAUZ CANTO,
presentó el 26 de septiembre de 2011, una certificación de fecha 2 de
agosto de 2011 firmada por el Director de la Estrella GERARDO BERROA LOO,
en la que aseguraba que el querellado, Lcdo RAFAEL ARAUZ CANTO, nunca le
había dado declaraciones al Diario “La Estrella de Panamá” en contra nuestra.
Esta insólita y nunca vista situación, nos motivó a preguntarnos ¿cómo
era posible entonces que la Estrella hubiese publicado con gran despliegue unas
declaraciones a nombre de una persona que luego reconocían que nunca las dio?
¿Qué clase de periodismo es el que se usaba para desprestigiarme a toda costa y
echarme a un lado en el tema constitucional, llegando incluso a inventar
declaraciones? (Debajo publicamos copia de tan increíble certificación). Como
querellante legitimo exigimos que dicha certificación debía ser ratificada por
el mismo Director del Diario “La Estrella de Panamá” por lo que, para nuestra
sorpresa sin tan siquiera ser citado el día 27 de octubre de 2011, se presentó
a la Fiscalía Octava del Circuito de Panamá, el Lcdo GERARDO BERROA LOO,
para rendir la declaración jurada en la que ratificó que el querellado Lcdo.
RAFAEL ARAUZ CANTO, nunca había dado declaraciones contra el suscrito
relacionadas con el tema PAMAGO. Era evidente que se había tomado el
nombre del querellado Lcdo. RAFAEL ARAUZ CANTO, para poner en su boca
expresiones que nunca había dado al diario “La Estrella de Panamá” con el solo
interés y objetivo de engañar a la ciudadanía y perjudicarme infamemente.
Medité mucho si debía ponerle una demanda civil millonaria al Diario “La
Estrella de Panama” y confieso que estuve a punto de hacerlo, pero por mi condición
de Primer Defensor del Pueblo de la República de Panamá (1997-2001) cargo desde
el que censuré las demandas contra los medios de comunicación como intentos por
socavarlos económicamente, lo cual afectaba la libertad de información y de
expresión, desistí de la idea de demandar civilmente a la Estrella de Panamá,
acción legal que, con toda razón y justificación, hubiese podido
realizar. He esperado y espero que a dicho Diario, la justicia divina le
ponga en su lugar, y más temprano que tarde – espero con paciencia – verlos
padecer por la infamia que cometieron en contra nuestra. (Copia de la asombrosa
declaración del Lcdo. GERARDO BERROA LOO, también la pueden leer)
Respecto a la
querella contra el delincuente HÉCTOR ROJAS, después de meses de investigaciones
y de una tenaz actividad jurídica procesal, ordenaron su indagatoria,
porque comprobaron que era falso lo de la trama de PAMAGO y que tampoco
era cierto lo que HÉCTOR ROJAS había relatado sobre lo ocurrido en una
supuesta reunión en el despacho del entonces Magistrado JOSÉ ABEL ALMENGOR, en
la que se dijo falsamente que el señor LIDIO RANCHARAN, había ofrecido
dinero al entonces Magistrado ALMENGOR, hecho que se comprobó que era
absolutamente falso.
También se
comprobó que era absolutamente falso lo que había declarado a “La Estrella de
Panamá” el delincuente HÉCTOR ROJAS RODRÍGUEZ, en el sentido de que en
conjunto con el entonces Magistrado JOSÉ ABEL ALMENGOR y el entonces
Secretario de comunicación del Estado, ALFREDO PRIETO habíamos sostenido
reuniones supuestamente conspirativas en la Presidencia de la República de
Panamá. Como el ingreso a la Presidencia de la República por razones de
elemental seguridad es un área protegida con fuertes medidas de seguridad en la
que se registran las entradas y salidas de las personas, solicitamos que se
oficiara a la Presidencia de la República para que se determinara si desde el 1
de julio de 2009 (fecha del inicio del gobierno de Ricardo Martinelli) hasta el
31 de diciembre del 2010 (período en el que se me ubicó en ese lugar) el
suscrito había ingresado a la Presidencia de la República en forma conjunta o
acompañado del Magistrado JOSÉ ABEL ALMENGOR, de la Lcda. ZULAY
RODRÍGUEZ LU, al despacho del entonces Secretario de comunicación del
Estado, ALFREDO PRIETO o a cualquier otra dependencia de la Presidencia
de la República.
Fue así como,
el 25 de septiembre de 2011 el Lcdo JAIME TRUJILLO Director del Servicio
de Protección Institucional (SPI), respondió a la solicitud hecha por la
Fiscalía Octava del Circuito, mediante memorándum SPI/DG/M-539-11-LEGAL de 25
de noviembre de 2011 en la que certificó que jamás el suscrito
había ingresado a la Presidencia durante ese período en compañía de la personas
mencionadas. De esta forma, la entonces Viceministra de la Presidencia
encargada Lcda. LUCÍA CHANDECK, le dirigió nota N° 821-201/-AL de 7 de
diciembre de 2011 a la Lcda. DIANA CECIBEL RÍOS DE PÉREZ, Fiscal Octava
del Primer Circuito Judicial de Panamá, en la que corroboró que era
absolutamente falso que el suscrito hubiese ingresado coetáneamente o de manera
conjunta al despacho del entonces Secretario de comunicación del Estado,
ALFREDO PRIETO o a cualquier otra oficina de la Presidencia de
la República en las circunstancias mencionadas. (Debajo se podrá apreciar
también, íntegramente, tan importante nota)
Ante tantas
evidencias y elementos de convicción que echaban por tierra las mentiras
declaradas por el delincuente HÉCTOR ROJAS, se le ordenó
indagatoria dentro del proceso penal. Como consecuencia de que el señor HÉCTOR
ROJAS RODRÍGUEZ enfrentaba para el año 2013 denuncias por extorsión y otros
delitos, de forma libre y espontánea, el día 8 de agosto de 2013, hizo una
declaración notarial jurada donde se retractó totalmente de las declaraciones
que había dado en mi contra en La Estrella de Panamá, a finales de marzo y
principios de abril del año 2011, por ser falsas y solicitó que el suscrito lo
perdonara por no haber dicho la verdad. (Debajo aparece la declaración
notarial jurada del delincuente HÉCTOR ROJAS de 8 de agosto de 2013,
donde declaró que todo fue falso, se retractó y nos pidió perdón por sus
mentiras)
Como
consecuencia de su retractación, de manera oportuna su abogado, el Lcdo.
ALEXANDER DE GRACIA LEZCANO, concurrió en agosto de 2013, ante el Juez
Décimo Segundo del Circuito de Panamá, Ramo Penal, para manifestar que su
representado se retractaba totalmente de las falsas declaraciones que había
emitido en mi contra sobre el denominado grupo PAMAGO y sobre el talante
de lo que se dijo en la reunión en la oficina del entonces Magistrado JOSÉ
ABEL ALMENGOR, que falsamente había declarado y solicitó el perdón del
suscrito a favor de HÉCTOR ALFONSO ROJAS RODRÍGUEZ. (Debajo encontrarán
como prueba el escrito del abogado ALEXANDER DE GRACIA LEZCANO, donde
pide al Juzgado, a nombre de su representado, el perdón del suscrito).
Ya para esas fechas, en un acto de justicia y de apego a la verdad, los
abogados, Lcdo. RONIEL ORTIZ E. y el Lcdo RUBÉN DANIEL ORTIZ E.,
habían declarado bajo la gravedad de juramento el día 20 de septiembre de 2012,
que el suscrito no había sido el creador del Grupo PAMAGO, que quien lo
creó y fue su Presidente, fue el Lcdo. RONIEL ORTIZ, y que mi única
relación con ellos fue haberles aceptado una invitación el 20 de enero del
2010, para que, como constitucionalista y académico, les dictara una charla
explicativa sobre la diferencia conceptual e interpretativa que existía y
existe en la Constitución Política de la República de Panamá, entre los
artículos 200 (numeral 2) y el artículo 224, en cuanto a cómo debe procederse
respecto al suplente del Procurador General de la Nación, cuando se produce una
ausencia temporal o definitiva (Debajo encontrarán como prueba la declaración
notarial jurada de los abogados RONIEL ORTIZ y RUBEN DANIEL ORTIZ,
que es fundamental para aclarar el asunto PAMAGO y su verdadera esencia)
Como hemos
dicho al inicio, el viernes 26 de febrero de 2016, mataron al señor HÉCTOR
ROJAS RODRÍGUEZ después de haber tenido una vida llena de hechos
cuestionables, lamentables y vinculados a delitos. Hoy día, sin odio en
mi corazón y sin rencor de ninguna naturaleza, me permito aclarar,
puntualmente, que el señor HÉCTOR ROJAS antes de morir, declaró que todo
lo que dijo de PAMAGO y de una reunión en la oficina del entonces
Magistrado JOSÉ ABEL ALMENGOR al Diario “La Estrella de Panamá” en marzo
y abril del año 2011 y como “testigo estrella”, fue absolutamente falso, como
en efecto lo fue.
Lamentamos
cada vida que se pierde en las garras del delito que los conduce a finales
violentos, como el que padeció el delincuente y difamador HÉCTOR ROJAS.
Por motivos políticos y económicos, en ese momento se urdió la farsa de PAMAGO
y se le dio mayor difusión e importancia al testimonio y una serie de mentiras dichas
por el delincuente de HECTOR ROJAS, una persona con un prontuario
policivo vergonzoso, en lugar de tomar en cuenta nuestra trayectoria como
hombre serio, decente y defensor de los derechos de todas las personas cuando
ejercí el cargo de Primer Defensor del Pueblo de la República de Panama
(1997-2001).
Dr. Italo Isaac Antinori Bolaños
Doctor en Derecho (Especializado en Derecho Constitucional)
Universidad Complutense de Madrid, Reino de España
Primer Defensor del Pueblo de la República de Panamá (1997-2001)
Correo electrónico: iantinorib@cwpanama.net
https://www.educacion.gob.es/teseo/mostrarRef.do?ref=144960
Doctor en Derecho (Especializado en Derecho Constitucional)
Universidad Complutense de Madrid, Reino de España
Primer Defensor del Pueblo de la República de Panamá (1997-2001)
Correo electrónico: iantinorib@cwpanama.net
https://www.educacion.gob.es/teseo/mostrarRef.do?ref=144960
(Ver los documentos que aparecen a continuación)
A continuación, el segundo documento:
A continuación, el tercer documento:
A continuación, el cuarto documento:
A continuación, el quinto documento:
A continuación, el sexto documento:
A continuación, el séptimo documento:
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