Diario de la República de Panamá
Panamá,
viernes 6 de abril de 2012
Sección Nacional
SEMANA SANTA. Análisis
histórico/legal de Italo Antinori al
juicio de Jesucristo
Jesús fue juzgado y condenado
ilegalmente
Escena de la película “La Pasión de Cristo”, que recrea el pasaje bíblico del juicio público y condena a Jesús de Nazaret |
Redacción | Crítica
en Línea
Cuando Jesús empezó a predicar, el
Imperio Romano dominaba toda Palestina, que tenía tres provincias: Judea,
Samaria y Galilea. Las leyes que se aplicaban eran las que expedía el Senado de
la Antigua Roma. Para el derecho romano no era delito practicar otra religión,
pero sí lo era, atentar u oponerse al emperador romano, que en épocas de Jesús
era Augusto César. Por eso, Jesús nunca fue acusado por los romanos, sino por
los sacerdotes del templo, dirigidos por el sumo sacerdote llamado Caifás, por
los rabinos y demás miembros del concilio, quienes resentían el creciente amor
que Jesús despertaba.
Conociendo que profesar otra religión
no era delito, empezaron a señalar que Jesús desafiaba el poder del emperador.
Fue así como lograron tramar su apresamiento. “Entonces la compañía de
soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le
ataron…” (San Juan 18:12-13). Algunos creían que, como sus prédicas las había
hecho en Galilea, debía comparecer ante Herodes Antipas, quien era el Tetrarca
de Galilea y quien estaba de paso por Jerusalén. Herodes no encontró delito que
Jesús hubiese cometido (San Lucas 23: 14-16). Entonces decidieron llevarlo ante
Poncio Pilato, quien era el prefecto de Judea. Y Jerusalén era parte de Judea.
Pero tampoco encontró delito en la conducta de Jesús. “Y Pilato dijo a los
principales sacerdotes, y a la gente: ningún delito hallo en este hombre (San
Lucas 23: 4-5).
Sin embargo, la imposición del pueblo
hizo que el gobernador Pilato les inquiriera si preferían que soltara a
Barrabás (un asaltante y asesino) o a Jesús. El pueblo gritó “¡Fuera con este y
suéltanos a Barrabás! (San Lucas 23:18). Pilato insistió dos veces más,
tratando de salvar a Jesús “¿Pues qué mal ha hecho este? Ningún delito digno de
muerte he hallado en él; le castigaré y le soltaré” (San Lucas 23:22). Pero el
pueblo enardecido exigió que crucificaran a Jesús.
El jurista, Dr. Italo
Antinori Bolaños, en un análisis histórico sobre el juicio de
Jesús, sostiene que Pilato es inocente de la muerte de Jesús, pero culpable sí
fue el pueblo de Jerusalén. El Dr. Antinori explica que Pilato era un abogado
romano, por eso sabía que no había delito cometido por Jesús, pero el pueblo
quería juzgarlo, condenarlo y crucificarlo. Sabía que en esos casos, se debía
consultar la voluntad del pueblo por medio de la institución que los romanos
crearon que es el plebiscito, que en la antigüedad permitía consultar
directamente al pueblo que se reunía para decidir. Fue la gente de Jerusalén la
que decidió el calvario y la muerte de Jesús, no los romanos. La Biblia nos
dice. “Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó
agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: “Inocente soy yo de la
sangre de este justo; allá vosotros. Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su
sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos” (San Mateo 27: 24-25).
Fuente de
la noticia en la siguiente dirección electrónica del Diario Crítica: http://www.critica.com.pa/hoy/nacional-interna.php?edition_id=20120406&external_link=jesus_fue_juzgado_y_condenado_ilegalmente
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