EN MAYO DE 2013 20 PROFESORES DE VARIAS UNIVERSIDADES Y SENSIBILIDADES
POLÍTICAS INICIARON UNA REFLEXIÓN SOBRE LA NECESIDAD DE REVISAR NUESTRA
CONSTITUCIÓN. EL RESULTADO SE HA PRESENTADO, EN FORMA DE LIBRO, EN LA FACULTAD
DE DERECHO DE LA UCM
Javier García Roca, editor de la obra Pautas para una
reforma constitucional, se alzó en portavoz de sus compañeros pronunciando la
conclusión a la que todos han llegado: “La reforma es urgente, pero no se puede
hacer a la carrera, sino con un ritmo sosegado que sea garantía de la
eficiencia”. Frente a las ideas de algunos políticos que piensan que la
Constitución es un documento inamovible, los veinte expertos consideran que “la
reforma es una obligación desde el principio, y es algo implícito en cualquier
constitución aunque nunca haya ocurrido en España”. Recordó García Roca que
mientras aquí sólo ha habido dos modificaciones en más de treinta años, en
Alemania en ese mismo periodo ha habido cientos de cambios. Eso sí, también
señaló que la reforma de la Constitución es una “decisión política y sólo
pueden hacerla los políticos”. Ahora bien, “si se hace con la opinión de los
expertos será más fácil que se acierte en lo que hay que cambiar y en cómo
hacerlo”.
PUNTOS FUNDAMENTALES
Dejando claro que el libro presentado permite que el lector
llegue a sus conclusiones propias a partir de los debates de los expertos,
García Roca señaló algunos de los muchos puntos que habría que modificar en la
Constitución española. Entre estos cambios está el incluir a la Unión Europea y
a su legislación, que por supuesto no existían cuando se escribió la carta
magna. Habría que cambiar, además, el sistema electoral del Congreso, la
representación regional, el orden sucesorio de la corona, el Tribunal
Constitucional, la financiación de las comunidades autónomas y, entre otras
cosas, el propio procedimiento de reforma constitucional. En el artículo 10.2
de la Constitución, que hace referencia a la Declaración Universal de los
Derechos Humanos con la que se interpretan los derechos fundamentales y las
libertades, los expertos consideran que debería incluirse también el Convenio
Europeo de Derechos Humanos que entró en vigor en 2010. Así aparecerían en la
Constitución derechos tales como la salud, la seguridad social y otros como la
vida privada y familiar.
CONGRESO Y SENADO
Una petición popular es mejorar la representación política
en el Congreso. Los expertos concluyen que hay que modificar la
proporcionalidad porque la sociedad española es muy heterogénea y además
cambiar las listas electorales para que se puedan elegir a personas y no solo a
partidos. También recomienda el libro la modificación del Senado para que se
convierta en una auténtica cámara de concertación y participación de las
comunidades autónomas, especializada en un tipo de leyes concretas. Otros temas
que requieren una modificación son la potestad de indulto “para impedir el
abuso”; reformar el reglamento de las cámaras que es de los años 70; cambiar que
sólo las mayorías puedan crear una comisión de investigación; eliminar o
modificar los decretos ley para que no se puedan usar, “como ha hecho el PP
aprovechando la crisis”, de un modo autoritario; fomentar la democracia
participativa, allí donde sea posible; clarificar las competencias autonómicas
y alcanzar pactos financieros y lingüísticos, y dejar clara la solidaridad financiera
entre comunidades, “aunque limitándola para que no se pida más allá de lo
razonable”. El catedrático de Derecho Español Tomás Ramón Fernández, participó
también en la presentación del libro, al que definió como un “trabajo serio,
sereno y modesto”. Reconoció que este informe “renuncia al dogmatismo
ofreciendo soluciones y alternativas para que otros tomen a su vez decisiones
razonadas”. Consideró el catedrático que el consenso de 1978 se ha agotado y
hay que generar uno nuevo en torno a un proyecto que atienda a los problemas
fundamentales de España. Según él no es necesario reformarlo todo a la vez,
sino que lo más importante “e inexcusable” es reformar el título 8º sobre la
organización territorial del Estado. Aseguró que “es fundamental regular la
relación entre el Estado y sus partes porque es un hueco que se ha ido
llenando, más mal que bien, por la praxis política y con un grado de eficacia
mínima”.
* Revista Tribuna
Complutense. 17 de diciembre de 2014. Págs. 30 y 31.
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