Perspectivas
económicas para España en 2014
Por Jesús
Ruiz *
Publicado en
la revista “Tribuna Complutense” de la Universidad Complutense de Madrid, N°
141, de 30 de enero de 2014.
La información
conocida hasta el cuarto trimestre de 2013 permite afirmar que la economía
española ha frenado su caída: las previsiones que tenemos sobre el crecimiento
del PIB en el último trimestre de 2013 es del 0.3% que, unido al dato de
crecimiento del 0.12% en el tercer trimestre, supone lo que consideramos como
salida técnica de la recesión tras 9 trimestres consecutivos de decrecimiento
del PIB. Esto puede explicarse por el menor esfuerzo fiscal realizado en 2013 (
las AA.PP. han paralizado el proceso de ajuste del déficit), menores tensiones
financieras (prima de riesgo por debajo de los 200 puntos básicos), modesta
recuperación de la inversión en bienes de equipo y la solidez del sector
exterior.
Por otro
lado, por primera vez desde el comienzo de la crisis, el dato de empleo
desestacionalizado del último trimestre de 2013 confirma la creación neta de
empleo. Este dato se complementa con el crecimiento del 0.6% trimestral de las
afiliaciones a la Seguridad Social y permite ser moderadamente optimistas:
nuestras previsiones indican que a lo largo de 2014 se frenará la destrucción
del empleo, si bien apenas habrá una creación neta del mismo. A lo largo de
2014 el crecimiento del PIB estará en torno del 1%; sin embargo, aun será
demasiado pobre para una generación de empleo neto sostenido. Si entendemos que
la salida de la crisis sólo pasa por disminuir significativamente la tasa de
paro, aún estamos muy lejos. Buena parte de las mejoras se deben a una
disminución continuada de la población activa (emigración y desánimo). Además,
la mayor parte del empleo creado es a tiempo parcial y contratos temporales de
baja cualificación. Por último, más de la mitad de los desempleados tienen una baja
cualificación, y muchos de ellos son parados de larga duración con pocas
probabilidades de encontrar trabajo.
Todo ello
supone un empeoramiento de la distribución de la renta y la riqueza. Dado que
esta recesión genera un problema de deuda pública (en 2014 se superará el 100%
respecto del PIB), la consolidación fiscal subsiguiente ha empeorado tal
distribución: recortes en el Estado de Bienestar y mayor esfuerzo impositivo
sobre las clases medias, muy endeudadas, y no sobre acreedores; esto ha
conducido a un dato llamativo: la caída del cociente ingresos impositivos sobre
PIB, un hecho único entre los países de nuestro entorno que obliga al ejecutivo
a llevar a cabo una Reforma Fiscal imprescindible para el crecimiento sostenido
de nuestra economía. Por otra parte, la creación de empleo y el consiguiente aumento
del consumo, podrán producirse si se incrementa la inversión. Sin embargo, los
datos sobre el índice de Producción Industrial, Formación Bruta de Capital
Fijo, y, sobre todo, el crédito para la financiación de actividades productivas
muestran una evolución negativa desde 2012, si bien parecen estar frenando su
caída.
En
definitiva, si la Reforma Fiscal se concreta a lo largo de 2014 apoyando la
inversión productiva y las políticas activas de empleo (la gran olvidada de la
reforma laboral), recuperando los ingresos impositivos sobre PIB perdidos
durante la recesión sin recortes en el Estado del Bienestar, es posible que
2014 pueda suponer el esperado punto de inflexión para la salida de la crisis.
* Jesús Ruiz es Director
del Instituto Complutense de Análisis Económico (ICAE) y Profesor Titular del
Departamento de Economía Cuantitativa (UCM)
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