domingo, 1 de julio de 2012

Peña Nieto y la radiografía de los políticos tradicionales

Nuevamente nos engalanamos publicando un potente ensayo del reconocido constitucionalista complutense, Dr. Italo Antinori Bolaños, Doctor en Derecho Constitucional por la Universidad Complutense de Madrid y Primer Defensor del Pueblo de la República de Panamá (1997-2001), quien nos regala un sabio análisis sobre las elecciones de México celebradas hoy, uno de julio del 2012, denominado "Peña Nieto y la radiografía de los políticos tradicionales":

Hoy domingo 1 de julio de 2012, se celebrarán las elecciones presidenciales en México, el segundo país más grande de Ibero América  después de Brasil.  Durante 71 años gobernaron a México una sucesión interminable de Presidentes provenientes del Partido Revolucionario Institucional (PRI); desde Plutarco Elías Calles en 1928, hasta Ernesto Zedillo, en el año 2000.  En ese año ascendió a la Presidencia un peculiar y folclórico personaje llamado Vicente Fox Quesada (2000-2006), del Partido Acción Nacional (PAN) y quien les arrebató por primera vez  la presidencia al partido que se consideraba parte institucional del Estado.  Al concluir el mandato de Fox fue reemplazado por Felipe Calderón (2006-2012), también del Partido de Acción Nacional (PAN).  Calderón triunfó en el año 2006, en una sola vuelta, por mayoría simple y por menos de un punto porcentual (1%) sobre el candidato Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), lo que produjo denuncias de fraude por supuesta manipulación a favor de Calderón, que se adujo, eran dirigidas desde el gobierno por el entonces Presidente Vicente Fox. Tal situación creó un grave conflicto de legitimidad, representatividad y confianza, que produjo multitudinarias manifestaciones durante varias semanas (a finales del 2006 y comienzos del 2007), que colapsaron  la capital del país.  En el centro histórico, muy cerca de la Plaza de la Constitución, conocida como “El Zócalo”, permanecieron miles de manifestantes que se identificaron como seguidores del candidato Andrés Manuel López Obrador, quienes acamparon por semanas en la ciudad, creando una crisis que, a nuestro modo de ver, ha sido una de las razones – evidentemente no la única – que ha conducido a la ola de violencia e inseguridad que lamentablemente está padeciendo México.
Con ese antecedente se celebran las elecciones presidenciales del 1 de julio del 2012. El flamante candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), es Enrique Peña Nieto quien, de no ocurrir nada extraordinario, debe ser elegido Presidente de México. Con ello, su partido retornará al poder después de 12 años. Peña Nieto es un político joven de 45 años, poseedor de una palabra fácil y agradable, así como elegante y de expresión distinguida.  Sus asesores de imagen le diseñaron y ejecutaron una intensa, aguda e inteligente campaña mediática que le ha acicalado y proyectado como un extraordinario y muy capaz presidente.  Sin embargo, la realidad es otra. Enrique Peña Nieto, escenificó hace algunos meses un vergonzoso incidente cultural que, sin duda alguna, es una cruda radiografía que nos enseña y nos demuestra cómo son y cómo actúan realmente los políticos.  En diciembre de 2011, Peña Nieto acudió a Guadalajara, Jalisco para asistir a la Feria  Internacional del Libro (FIL) con el propósito de presentar el libro “México la gran esperanza” que, supuestamente es de su autoría.  En medio de la conferencia de prensa en la que presentaba el libro, Jacobo García, el inquieto e incisivo periodista y corresponsal del diario “El Mundo” de Madrid, le espetó una inesperada pregunta que no esperaban ni el protagonista ni sus sabihondos asesores.  Le pidió que mencionara tres libros que había leído y que habían marcado su vida. Peña Nieto no pudo responder ni mencionar correctamente tres libros leídos y cuando quiso hacerlo, se equivocó, titubeó, se contradijo, vaciló, dudó y aseguró que la obra “La Silla del Águila” cuyo título casi que no recordaba, era del escritor Enrique Krauze, cuando en verdad es del afamado escritor Carlos Fuentes.  Asimismo, de forma titubeante e indecisa, no pudo precisar con certeza de quién era la obra sobre “Caudillos” (así lo dijo) que aseguró estar leyendo y llegó a manifestar “el libro de este libro”.  No acertó a decir que, seguramente, se refería a  la obra “Caudillos Culturales en la Revolución Mexicana” cuyo autor es Enrique Krauze y que fue publicada en 1976. Desesperado ante la vergüenza pública, pidió ayuda a sus asistentes, sin éxito alguno. Sus gansadas lo desnudaron tal cual es y nos permitió tener una radiografía de cómo actúan y cómo son de falsos los políticos profesionales.  Ellos son verdaderos actores que se maquillan y se retocan cuidadosamente para mentir. Suelen actuar resguardados y guarecidos por su legión de asesores de imagen, que les protegen para seguir irradiando una falsa imagen que dista mucho de la realidad.  Los preparan para lucir no sólo una buena apariencia física, sino para dotarles también de una falsa imagen de intelectuales y personajes preparados culturalmente para gobernar, con lo cual los presentan como grandes salvadores de la patria. Se convierten en maestros de la mentira y amos del engaño.  El fin y propósito es claro, pues buscan – y casi siempre lo logran – embaucar a los pueblos tontos, que terminan siendo esclavos dominados por la propaganda mediática que promueven, principalmente, usando la “telebasura” que es el medio de difusión más ventajoso para los componedores de falsas imágenes.  Los expertos en imagen saben y se aprovechan del alma limpia de los pueblos, por eso los atiborran de mensajes fingidos,  llenos de falsas promesas, así como de vanas ilusiones, para que las personas crean que determinado personaje al ganar, les dará el maná redentor que nunca llegará.  Es por ello que en una de mis obras escribí que “los políticos tienen como medio la mentira y como fin, el poder”.
El incidente con Peña Nieto nos debe llamar a la reflexión profunda, sobre todo porque, pese a que la radiografía del verdadero personaje ocurrió hace seis meses en Guadalajara, curiosamente no afectó la intención del voto y, todo parece indicar que el pueblo mexicano le votará e incomprensiblemente lo hará Presidente, pese a no haber podido mencionar tres libros.  Habrá que preguntarse, ¿será que a los pueblos les encanta que les cortejen, les enamoren y les conquisten, diciéndoles cosas bellas, aunque sepan de antemano que son mentiras dichas a conveniencia? ¿Qué pasa con los pueblos y su sensatez?  De no ocurrir nada excepcional, Enrique Peña Nieto será elegido hoy día Presidente de México y curiosamente, ese país tendrá – por soberana decisión de su pueblo – a un Presidente que habrá escrito más libros (supuestamente de su autoría) de los que ha leído. Lo que no se sabe es si los expertos en imagen, también contratan a escritores de libros que descaradamente alquilan su talento por algunos reales, para que les hagan libros a los políticos, así como se sabe que hay quienes compran libros – como si compraran yardas de tela – para adornar las paredes de sus oficinas y así dar una imagen de personajes cultos, eruditos y educados.  ¿Será que los pueblos son masoquistas y que los políticos bien lo saben? ¿Será que a los pueblos les encanta elegirlos, para luego sufrir las consecuencias de las acciones de quien los desgobierna?   Por eso debemos analizar el vídeo de lo ocurrido en Guadalajara, porque es la radiografía de los políticos y de cómo se hace y se actúa en política.  Después de verlo, no hay más nada que decir: Peña Nieto ha ganado la presidencia de México, sin haber leído tres libros en su vida.  Aquí está el vínculo del  vídeo de lo que, tristemente, ocurrió hace seis meses en Guadalajara:
http://www.youtube.com/watch?v=prfTN-pMcAE
Panamá, República de Panamá, 1 de julio de 2012.

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